Raperas y raperos, antimilitaristas,  activistas pro-Palestina y las mujeres que llevan el velo islámico o hiyab. ¿Qué tienen en común? Que son grupos, tribus urbanas, identidades diversas o movimientos sociales que  se salen del sistema hegemónico establecido. Protestan, son contestatarias o simplemente son diferentes a la norma imperante. Históricamente las prendas de vestir han sido elementos de reivindicación de las identidades surgidas de estos movimientos. Esta publicación muestra cómo al expandirse el uso de estos atuendos, elevarse su visibilidad social y, por lo tanto, percibir que pueden suponer un problema para la homogeneidad y estabilidad del sistema,  son absorbidos por la industria de la moda para trivializarlos, cosificarlos y usurpar su significado.

El libro recoge cuatro ejemplos concretos: Los pantalones caídos y los jerseys anchos estilo “rapero” a comienzos de los noventa; los tejidos de camuflaje que se pusieron de moda a raíz de las protestas antimilitaristas por la Guerra de Irak y los pañuelos palestinos de colores que coincidieron con el recrudecimiento de los ataques de Israel en Gaza.

El cuarto ejemplo que cita el libro es el hiyab o velo islámico, algo que va mucho más allá de ser un trozo de tela que cubre el pelo y cuello de las mujeres musulmanas. En la mayoría de las ocasiones, el hiyab es un símbolo de reivindicación cultural, sobre todo en espacios en los que existe cierto rechazo a la cultura islámica y en los que las mujeres utilizan el velo como instrumento para visibilizarse y para oponerse a la cultura de asimilación, propia de los países occidentales. De hecho, en esta investigación, se recogen algunas señales que apuntan a que el hiyab correrá la misma suerte que el resto de prendas anteriormente citadas y podrá acabar como fondo de armario de quien quiera ir a la moda.

La publicación invita a algunas reflexiones:

  • Toda vestimenta irradia un significado y los gobiernos se han entrometido en las formas de vestir desde siempre.
  • Históricamente, el cuerpo femenino y sus vestimentas han sido objeto de debate público e incluso de múltiples legislaciones y ahora le ha tocado el turno al burkini y al velo islámico.
  • La cuestión es hasta dónde renunciar a las libertades individuales y en quiénes se delega autoridad para decidir cómo se debe vestir.
  • En esta rebeldía contra las imposiciones de vestimentas, las mujeres en general reivindican el derecho a pensar y a decidir cómo vestir, en definitiva, a ser dueñas de su propia voz.

El libro concluye con el eslogan “No Te dejes Enredar. Tus vestimentas pueden ser tus Vestimentes”. Puedes descargarlo aquí