Santiago Alba Rico

Si hablamos de la tragedia de Lampedusa, hay poco que añadir a los hipócritas lamentos de las autoridades europeas y a las justísimas denuncias de activistas, organizaciones e inmigrantes. Hace años el teólogo costarricense de origen alemán, Franz Hinkelammert, resumió en dos palabras esta rutinaria abundancia de cadáveres cosechados en mares y desiertos en las fronteras de Occidente: “genocidio estructural”.

http://www.cuartopoder.es/tribuna/lampedusa-perseguir-los-vivos-premiar-los-muertos/5133