Por segundo año consecutivo, ZEHAR errefuxiatuekin y ner-group firman un convenio de colaboración con el fin de favorecer la inserción laboral de las personas refugiadas. Impartido por las personas trabajadoras de ner group, a través de su voluntariado corporativo, en 2017 se desarrolló el programa “Conéctate Ner” en el que se ofrecieron diferentes talleres grupales dirigidos a personas refugiadas, migrantes y apátridas, con el objetivo de mejorar sus competencias y herramientas para la búsqueda de empleo: conocimiento y uso de portales de empleo, preparar entrevistas de trabajo, conocimiento del mercado laboral, etc… En esta segunda edición, se suma al programa un programa de mentoría. El fin último es contribuir tanto en una buena acogida como en su proceso de inclusión socio-laboral.
Dificultades a la hora de acceder a un empleo
Las personas refugiadas empiezan de cero en el país de acogida y acceder a un empleo es fundamental para poder emprender una nueva vida. “Tener un trabajo favorece su autonomía, su autoestima, su bienestar y su integración. Se sienten parte y aportan a la sociedad que les acoge”, explica Silvia Urquijo, técnica de intervención de ZEHAR errefuxiatuekin. No obstante, tienen dificultades en el acceso al empleo por diferentes motivos, pero principalmente por la falta de cualificación y experiencia profesional en el país de acogida. “Aunque tengan en su país de origen estudios superiores y/o universitarios, conseguir la documentación para obtener la homologación de los títulos en el país de acogida se torna realmente complicado”, por lo que en muchas ocasiones acceden a puestos de trabajo precarios y de una cualificación más baja de su nivel de estudios.
Es el caso de Hmednah, apátrida saharaui residente en Euskadi desde octubre del 2014 y participante en la primera edición el año pasado en el programa Conéctate-Ner: “Con Mi participación en este programa aprendí como hacer entrevistas de trabajo y conocer trucos para superarlas”. Hmednah estudió empresariales en la universidad de Argelia y aquí en Euskadi de momento solo ha podido homologar su bachiller. Actualmente está trabajando a media jornada en un supermercado mientras continúa complementando su formación. “Me gusta trabajar para poder vivir”, dice Hmednah, “para sentirme como uno más. Yo vine a Euskadi no para pedir ayudas, sino para trabajar y aportar a esta sociedad”.