Su farmacia. Cuando Adman (nombre ficticio) recuerda su vida pasada, menciona su farmacia una y otra vez. En Irak se quedó el negocio destartalado, su medio de vida por el que luchó durante años. Aquí, como solicitante de asilo en España, ha empezado de cero junto a su mujer y sus dos hijos, pero con el contador en marcha a gran velocidad. Aún no han encontrado trabajo, aún no han podido convalidar sus títulos universitarios, pero este mes se cumple la fecha límite, las ayudas con las que contaban para su alojamiento y manutención se agotan. Necesitan más tiempo pero el Gobierno no se lo da.

http://www.eldiario.es/desalambre/Gobierno-respondio-refugiados-echandoles-europeas_0_394411740.html