Querido/a amigo/a
Te escribo para compartir contigo la increíble historia de Sara, una historia de valentía y optimismo, de esas que nos inspiran y nos mueven a seguir trabajando con más ilusión y más ganas!
Sara es una joven de Eritrea que, con 18 años, fue forzada a salir de su país para trabajar en una familia realizando las tareas del hogar bajo un auténtico régimen de esclavitud.
Lo más habitual es que Sara hubiera pasado así el resto de su vida. Pero sus ganas de vivir y su valentía hicieron que la historia tuviera un final muy distinto…
Aprovechando un despiste de sus “amos” durante un viaje a España, Sara escapó… para encontrarse sola en nuestro país, un país tan lejano como ajeno. Pasó días en la calle desorientada, sin poder hablar con nadie.
Tras su paso por varias instituciones, CEAR la recibió con los brazos abiertos y, durante el año que estuvo con nosotros, Sara tuvo su manutención y alojamiento cubiertos, estudió castellano, aprendió a desenvolverse… Pero sobre todo encontró el apoyo y el calor del equipo del piso de acogida de CEAR: Itziar, Raquel, Belén y Laura que, junto con los abogados/as de CEAR, lograron que Sara tuviera una nueva oportunidad de rehacer su vida con dignidad.
Sara (en el centro) con Laura (izquierda) y Ariana, voluntaria del programa.
Hoy, cuatro años después, Sara tiene la protección subsidiaria y nos dice que siente que su vida está en sus manos. “Trabajo mucho, pero soy feliz. Tengo mi habitación en la casa que comparto. Soy dueña de mi vida. Gracias por todo. Ya no necesito nada más”.
Historias extraordinarias como esta son posibles gracias a la ayuda de los socios/as y donantes que apoyan a CEAR. Gracias a ellos, muchas personas como Sara tienen la oportunidad de comenzar una nueva vida, una vida digna. Y es una satisfacción que te recomiendo personalmente. Por eso te animo a que te unas a CEAR ahora y seas cómplice de otras muchas historias felices!
Recibe un cálido saludo,
Estrella Galán
Secretaria General de CEAR |