San José (Costa Rica), 5 de febrero de 2025. Una Delegación Vasca compuesta por la Dirección de Derechos Humanos y Atención a Víctimas del Gobierno Vasco, eLankidetza-Agencia Vasca de Cooperación y Solidaridad y Zehar-Errefuxiatuekin ha visitado Costa Rica del 31 de enero al 3 de febrero para dar seguimiento a la situación de la Plataforma Nacional Juvenil Nicaragua, que cuenta con varias personas en el exilio. Una de ellas estuvo acogida en Euskadi en el marco de NARE-Programa Vasco de Protección para Defensoras y Defensores de Derechos Humanos. La visita ha incluido encuentros con organizaciones de derechos humanos, movimiento feminista, de la diversidad sexual, juventudes y periodistas que trabajan desde el exilio en Costa Rica para conocer su situación y sus preocupaciones sobre la defensa de los derechos humanos en Nicaragua. La Delegación también se ha reunido con organizaciones e iniciativas de protección como Brigadas Internacionales de Paz (PBI) y la Fundación Acceso, además de con el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL).
El objetivo de esta visita ha sido visibilizar el apoyo institucional y organizativo vasco a sus procesos en defensa de los derechos humanos.
Tras las reuniones mantenidas, hemos conocido la difícil situación de quienes, por defender los derechos humanos, la democracia y la justicia en Nicaragua, han debido salir del país y buscar refugio en Costa Rica, o han visto prohibido su ingreso a Nicaragua y han tenido que tomar el camino del exilio, encontrándose con diferentes obstáculos migratorios y de acceso al estatuto que reconoce su condición de refugiada. Según datos facilitados por las organizaciones, desde 2018 más de 800.000 nicaragüenses han tenido que salir del país (el 15% de la población), debido a la represión política, la pobreza y la falta de empleo, y más de 440.000 han solicitado asilo a nivel mundial, algunos de ellos, en Euskadi.
Tras estas reuniones y la revisión de informes de organizaciones y organismos internacionales que constatan que “el Gobierno de Nicaragua sigue perpetrando graves violaciones sistemáticas de los derechos humanos, equivalentes a crímenes de lesa humanidad, por razones políticas” (Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua de Naciones Unidas1), expresamos las siguientes PREOCUPACIONES:
- La criminalización y la persecución continua de las personas defensoras de los derechos humanos que viven en contextos de amenaza permanente en Nicaragua o que se ven forzadas al exilio para proteger la vida, con graves impactos en su salud física y emocional.
- Las violaciones de derechos humanos que sufre la población nicaragüense: ataques y abusos del derecho a la vida, a la integridad y seguridad personales, a la libertad de expresión, de reunión pacífica y de asociación, la confiscación de propiedades y pensiones, la negación de entrada o de salida del territorio, el acoso incesante, las detenciones arbitrarias y los juicios celebrados sin las debidas garantías.
- La represión contra las personas defensoras de derechos humanos tiene alcance transnacional y se extiende más allá de las fronteras de Nicaragua, con tendencia a aumentar en los últimos seis años en países como Honduras, Argentina, México y Costa Rica.
- La privación arbitraria de la nacionalidad nicaragüense como herramienta de represión política supone un grave impacto en los proyectos de vida, abocando a las personas a la apatridia y despojándolas de todos los derechos inherentes a la nacionalidad, además de la confiscación de bienes. Según datos de las organizaciones, 500 personas aproximadamente han sufrido esta medida, quedando en situación de extrema vulnerabilidad.
- La reciente reforma constitucional, que viene a reforzar el régimen de Daniel Ortega, supondría un nuevo recorte de derechos y un mayor retroceso democrático.
- El cierre total del espacio cívico. Según la información facilitada por las organizaciones nicaragüenses en el exilio, más de 5.500 organizaciones sin fines de lucro han sido cerradas desde las protestas iniciadas en contra del régimen en 2018 y sus bienes han sido confiscados. Algunas de ellas han conseguido refundarse en Costa Rica.
- La férrea censura y la grave limitación a la libertad de expresión y de prensa, al ejercicio periodístico y a la realización de investigaciones académicas por parte de centros de pensamiento. Las y los periodistas críticos e independientes son declarados como “traidores a la patria”. Desde 2018 hasta la actualidad 283 periodistas se encuentran en el exilio.
- Las violencias contra las niñas, mujeres y población LGTBIQ+. Según las organizaciones, existe un aumento de los feminicidios, la violencia sexual (más de 20.000 casos en niñas y adolescentes desde 2019 a 2024), y los embarazos no deseados de niñas y adolescentes que no tienen acceso a programas y servicios de salud sexual integral en un país donde el aborto en toda circunstancia es un delito.
- La situación de la juventud que ve restringido su acceso a una educación de calidad, en todos sus niveles, como herramienta para limitar la generación de una ciudadanía crítica.
- La impunidad en la que permanecen las violaciones de derechos humanos contra las personas defensoras de derechos humanos y la población en general, como han venido denunciando instancias regionales e internacionales de derechos humanos.
Ante esta situación, la Delegación Vasca muestra su COMPROMISO con la defensa de los Derechos Humanos mediante el fortalecimiento de NARE-Programa Vasco de Protección para Defensoras y Defensores de Derechos Humanos, y otras herramientas de acompañamiento y solidaridad.
Manifiesta su disposición a desarrollar acciones para seguir apoyando a las organizaciones, comunidades y colectivos que cada día, en Nicaragua y en el exilio, apuestan por reconstruir su país.
Finalmente, mostramos nuestro APOYO y SOLIDARIDAD con las organizaciones sociales que, aún en las difíciles condiciones tanto en Nicaragua como en el exilio, no pierden la esperanza y dedican sus mejores energías para construir una Nicaragua libre, justa y democrática.
“La esperanza es una apuesta individual que solo puede alimentarse colectivamente”.
“Lo que importa es la dignidad de la gente y no naturalizar la barbarie”.
Palabras de las personas presentes en el encuentro con organizaciones en el exilio
1 OHCHR. 24 de febrero de 2024