La respuesta ciudadana ante esta crisis humanitaria vuelve a ser ejemplar, aunque en esta ocasión quizá no sea necesaria su intervención, puesto que los planes de las instituciones pasan por priorizar el uso de servicios y recursos públicos, como albergues municipales. Estíbaliz Martínez Estarta, trabajadora social de CEAR Euskadi, no cree que la acogida por parte de voluntarios o familias sea en este caso la opción más adecuada. “Agradecemos a todo el mundo su desinteresada respuesta, pero vienen de un conflicto armado, en una situación muy vulnerable, y es precisa una atención profesionalizada”, defiende. “Hoy en día existen dispositivos profesionalizados, y la verdad es que la de las familias es una opción que no contemplamos”, zanjaba.

http://www.deia.com/2015/09/12/sociedad/euskadi/una-marea-de-solidaridad