LA PARTICIPACIÓN DE LAS PERSONAS DETINATARIAS EN LAS ORGANIZACIONES DEL TERCER SECTOR. Reflexiones desde EAPN Euskadi y FEVAS

EAPN Euskadi. La participación de las personas como herramienta para la inclusión social en Euskadi.

Durante el año 2009 las entidades que forman parte del grupo de participación de EAPN Euskadi realizaron un diagnóstico sobre las técnicas y herramientas que, desde las organizaciones del tercer sector, se están aplicando para conocer las necesidades y los niveles de participación de las personas.

A raíz de este primer diagnóstico, realizado desde el punto de vista de los y las profesionales, se concluye la necesidad de obtener la valoración de las personas con las que se trabaja en las entidades sobre las técnicas y herramientas que se están desarrollando para fomentar la participación con el fin de plantear mejoras en los procesos participativos.

De todas las experiencias en curso podemos extraer una serie de aprendizajes, retos y conclusiones generales que pueden animar a otras entidades a seguir trabajando o a comenzar a trabajar en esta línea:

• Iniciar procesos para fomentar la participación dentro de las organizaciones sociales debe ser un resultado de una reflexión que comience dentro de la propia entidad. La entidad debe asumir el inicio de proceso de participación de personas usuarias como un reto propio y convertirlo en una línea estratégica.
• La participación y los procesos de participación deben ser líneas trasversales dentro de las organizaciones. Por ello su inicio debe ir acompañado de una reflexión que llevará tiempo y en la cual habrá que priorizar aspectos como la formación y el cambio de actitudes. Asimismo, deben ser procesos que se inicien trabajando con todas las personas de la entidad. Se debe tener muy claro qué implicaría abrir procesos de participación y estar de acuerdo.
• Es necesario realizar un análisis sistemático de los procedimientos y herramientas que ya se utilizan en la organización para fomentar la participación, siendo conscientes de que disponer de ellos no garantiza que se estén dando procesos de participación.Debemos dedicar el tiempo necesario a este análisis y priorizarlo, antes de comenzar ningún proceso de participación. Además, es importante: a) revisar las herramientas y procedimientos para potenciar la participación y evaluar para qué nos sirven y qué uso se les está dando; b) preguntarnos si todas las personas conocen los cauces de participación y saben cómo utilizarlos; c) dar a conocer y devolver los resultados y conclusiones a quienes han participado; d) adecuar el lenguaje, para asegurar la participación de todas las personas.

En general y como conclusión final debemos darnos cuenta de que, como iniciadores e iniciadoras de procesos de participación dentro de nuestras entidades nuestro rol será el de proponer y adecuar los cauces de participación; que éstos existan y sean conocidos, pero son las personas las que deben decidir si participan o no, lo cual también es una manera de participar en los procesos.

Aportación de FEVAS a través de Aspace Gipuzkoa

Potenciar el poder y la capacidad de participación de las personas con discapacidad intelectual en los órganos de sus asociaciones, en donde se toman las decisiones sobre la mejora continua de la calidad de sus vidas y la de sus familias.

Este es uno de los objetivos comunes que se ha propuesto impulsar el Movimiento asociativo FEAPS, confederación estatal de la que FEVAS forma parte, y que culminó con el Congreso de Toledo en el año 2010 tras un año de reflexión y participación. Aspace Gipuzkoa nos aporta un ejemplo del trabajo que se quiere impulsar para facilitar el acceso de las personas con discapacidad intelectual a órganos de decisión adecuados, en los que se decida cómo han de ser los servicios y apoyos orientados a mejorar la calidad de sus vidas y la de sus familias.

Desarrollo de la participación en el Servicio para Adultos, contado por los Delegados de Centro representantes de las personas usuarias del mismo y protagonistas del sistema.

Esta participación se ha dado desde el comienzo del servicio de manera estable en el tiempo entre trabajadores y usuarios del mismo. Con el inicio del servicio para adultos se produce un cambio en la orientación del trabajo. Se dejan atrás planteamientos pura­mente rehabilitadores y asistenciales y se empieza a introducir una orientación socio educativa para los usuarios que en esos mo­mentos formábamos parte del centro de día.

Ante esta nueva situación, los profesionales ven necesario posibilitar y facilitar nuestra participación en nuestro propio proceso educativo, proporcionándonos situaciones de vida real adecuadas a nuestra condición de personas adultas. Esto llevó a la creación del primer grupo de debate dirigido por el jefe del servicio.

Los primeros pasos fueron difíciles ya que hasta entonces éra­mos personas a las que no se nos pedía opinión.

Pero, este primer grupo de debate generó en nosotros un cambio de ideas. Estas eran recogidas y tenidas en cuenta a la hora de decidir el trabajo en los gru­pos. Esta forma de entender el trabajo posibilitó a los profesionales comprender mejor lo que tenían que hacer para facilitar la evolución hacia un sistema participativo.

Se establecieron espacios y tiempos para que los usuarios pudiéramos expresar nuestros pareceres y necesidades, y fue en este momento cuando se empezó a consolidar este sistema participativo de una forma estable dentro del funcionamiento de los centros de día. En este momento se hizo extensible la par­ticipación a todos los niveles y en todos los momentos del día en los centros. Se hacen elecciones de delegados en cada cen­tro, se elige el cargo de secretario y tesorero y se comienza con las asambleas.

Esta participación que se está dando en el funcionamiento diario incluye a todos los usuarios sin excluir a nadie por razones que tengan que ver con sus características. Los soportes en los que se apoya y que posibilitan esta actividad, además de las asambleas, son las tardes de análisis de la calidad de vida en el servicio, las tardes de análisis de ta­reas y situaciones y el trabajo en pareja que es un recurso cla­ve.

En estos momentos el máximo órgano del proceso partici­pativo donde nos incluimos todos lo constituye el RECODECE que está formado por los delegados, en calidad de represen­tantes de los usuarios de cada centro de día y que men­sualmente se reúne con el Jefe del Servicio. (Actualmente 8 C.A.D.)

Dentro de su cometido, este equipo ha elaborado el documento Manual de Organización del Colectivo de Usuarios de los Servicios de Día para Adultos. Este manual contiene información sobre los objetivos, acuerdos, normas y criterios que esta comisión ha ido fijando desde su comienzo que fue el 17 de Noviembre de 1988, hasta ahora.

Finalmente, la REVISTA como punto final y principio de todo un proceso participativo, Es realizada por un Equipo de Redacción, ayudado por profesionales. A través de ella transmitimos ideas que tiene un colectivo entero, el esfuerzo de ponerlo en papel ayuda a que alguien ajeno a esto, con las ideas que transmitimos, pueda saber para qué estamos aquí, algunas maneras de nuestro sentir, pensar, vivir,… Salimos fuera de los muros de los Centros.

>> FEANTSA y OSW: Involucrar a las personas sin hogar en la toma de decisiones que afectan a los servicios de los que son usuarios: Una visión de conjunto de las prácticas existentes entre las entidades que trabajan con este colectivo. Ed. OSW. Londres

>> Gómez, L. (2009). Programas para la participación y la gestión de los centros por los mayores. Bermejo, L. (Dir.). Envejecimiento activo y actividades socioeducativas con mayores: Guía de Buenas Prácticas. Madrid, Panamericana.

Organiza: Cruz Roja Española.
Fecha: 15 de junio de 2011.
Lugar: Instituto Internacional en España C/ Miguel Angel, 8. Madrid Paraninfo. http://practicasinclusion.org/content/view/230/1/