Ayer, 26 de junio, el centro de Bilbao se llenó de dignidad, solidaridad y exigencia. Cientos de personas recorrieron la Gran Vía desde la Plaza Moyúa hasta el Ayuntamiento en una movilización ciudadana convocada por diversos colectivos —entre ellos Zehar-Errefuxiatuekin— para denunciar lo que ya nadie puede negar: la masacre del pueblo palestino y la complicidad internacional que la permite.
Bajo el lema “Stop genocidio. Europa laguntzaile (Europa cómplice)”, la marcha avanzó con fuerza y convicción. Se ondearon banderas palestinas, se escucharon lemas como “Boikot Israel”, “Palestina askatu” o “No es una guerra, es un genocidio”, y se desplegaron pancartas exigiendo el alto el fuego inmediato y el acceso urgente a ayuda humanitaria.
El acto concluyó frente al Ayuntamiento de Bilbao, con música, sirenas y una lectura colectiva de un comunicado que señaló con claridad el doble rasero de la política internacional:
“Mientras se imponen sanciones a otros países por vulnerar el derecho internacional, a Israel se le sigue tratando como socio preferente, incluso cuando se documentan crímenes de guerra y violaciones sistemáticas de derechos humanos.”
Desde Zehar-Errefuxiatuekin nos sumamos a esta denuncia. Lo que ocurre en Palestina no es un conflicto aislado ni lejano. Es una cuestión de derechos humanos, de justicia global y de coherencia ética. Las niñas y niños que mueren de hambre, la población que vive sin agua ni atención médica, las familias que lo han perdido todo, no pueden seguir siendo ignoradas por la comunidad internacional, manifestó Marta Garcia, Directora de Acción Social y Defensa de Derechos de Zehar-Errefuxiatuekin.